Los síntomas de la depresión pueden variar según la edad, el desarrollo cognitivo y emocional y la capacidad verbal de expresar emociones y sentimientos.
Como todos los medicamentos, los antidepresivos pueden tener efectos secundarios, que dependen del mecanismo de acción de cada fármaco. Si la persona no tolera los efectos adversos, se puede plantear un cambio de tratamiento.
Hay diferentes tipos de fármacos para tratar la depresión, pero en cualquier caso el tratamiento siempre debe ser prescrito y seguido por profesionales.
Es el abordaje psicológico del trastorno y permite a la persona afectada hablar de sus sentimientos con un profesional en el tema. Es importante confiar en el terapeuta y que éste disponga de la formación adecuada.