«Escuela y TCA», un programa para prevenir los trastornos alimentarios en el aula

La escuela es uno de los sitios clave donde hay que informar y hacer prevención sobre los trastornos de la conducta alimentaria. Este es el objetivo del programa «Escuela y TCA», impulsado por el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, que a través de testimonios en primera persona, charlas de profesionales y actividades de sensibilización quiere fomentar la prevención y derribar los estigmas asociados a este trastorno de salud mental.  

Alrededor de un 85% de las personas con trastornos de la conducta alimentaria que reciben tratamiento especializado se recuperan plenamente, y, aunque entre el 20 y el 30% de los casos se pueden cronificar, con la detección precoz aumenta la probabilidad de éxito en la recuperación. Por eso es tan importante que los jóvenes reciban esta información y puedan saber qué hacer y cómo actuar ante un caso de TCA.

La idea del programa «Escuela y TCA» surgió, fundamentalmente, de tres ámbitos distintos. Por un lado, de las propias escuelas, donde cada día son más las alumnas que eligen la temática de los TCA para el proyecto de trabajo de final de curso. Algunas de ellas se dirigieron a nuestro centro para solicitar información y el profesorado detectó entonces la necesidad de informar sobre estos trastornos, sobre cómo detectarlos y cómo ayudar a los alumnos que puedan tenerlos.

También los usuarios y usuarias que están hospitalizados, muchos de ellos chicos y chicas jóvenes, verbalizaron la necesidad de ofrecer charlas de prevención en las escuelas. Su experiencia les lleva a afirmar que «muchas veces no te das cuenta de que tienes un problema grave y que necesitas ayuda hasta que estas dentro del trastorno». Y, por último, en el origen de este programa también intervinieron los profesionales de la Unidad de Subagudos del Parc Sanitari Sant Joan de Déu. Desde el equipo educativo y de enfermería se ha detectado un aumento de casos de TCA en los últimos años, sobre todo entre adolescentes, y consideraron prioritario actuar en las aulas para informar y prevenir.

Es muy importante que los jóvenes reciban información y puedan saber qué hacer y cómo actuar ante un caso de trastorno de la conducta alimentaria.

Sesiones participativas sobre TCA

«Escuela y TCA» acerca la realidad de los trastornos de la conducta alimentaria a los alumnos y alumnas de ESO y Bachillerato de las escuelas de Barcelona y el Baix Llobregat, a través de una dinámica muy participativa, con la intervención de testimonios en primera persona y de profesionales en este ámbito. Para llevarlo a cabo, en primer lugar, se realiza una encuesta previa al alumnado con la que se evalúa el grado de conocimiento sobre la gravedad de los trastornos alimentarios, como por ejemplo la anorexia y la bulimia, y sobre los factores de riesgo asociados.

Las sesiones son también un recurso terapéutico para los chicos y chicas ingresados con TCA, ya que el hecho de hablar en público refuerza aspectos importantes para la recuperación.

En las sesiones participan dos o tres chicos o chicas hospitalizados en la fase de alta que, junto a las enfermeras y a una persona recuperada que narra su testimonio, contestan a las preguntas y dudas que surgen durante el debate que se genera en el aula. La participación de estos chicos y chicas con TCA ingresados en la Unidad de Subagudos es también un recurso terapéutico para ellos, ya que el hecho de exponerse y hablar en público favorece aspectos tan importantes como tener conciencia de la enfermedad, mejorar el autoconcepto y empoderarse hacia la recuperación.

El testimonio de la cantautora Miriam Faylinn

Una de las colaboraciones más especiales en las sesiones de este programa es la que protagoniza Miriam Faylinn, una joven cantautora de 22 años, que a través de sus canciones relata su experiencia con la anorexia, que puso en peligro su vida, y su proceso de recuperación. Con un concierto en directo, íntimo y emotivo, consigue crear una atmósfera especial en el aula y acercarse de manera muy directa a los chicos y chicas. «Gracias a la música el mensaje llega a los jóvenes de una forma diferente, mucho más dinámica, y así se pueden llegar a prevenir comportamientos o actitudes que pueden llevarlos a un trastorno de la conducta alimentaria», explica esta joven valiente, que comparte sus sentimientos de manera tan generosa.