Cómo afecta a la sexualidad tener un trastorno de conducta alimentaria

Hablar de sexo es, todavía, algo complicado y pudoroso para muchas personas, pese a ser un ámbito presente en todas las etapas de la vida de la persona. Una vergüenza que aparece especialmente cuando aparecen problemas en este ámbito. Hablar de este tema es sumamente importante porque es un tema muy invisibilizado, no solo en las conversaciones que podamos tener en el ámbito familiar o con amistades sino también en el ámbito científico puesto que hay pocas investigaciones clínicas sobre este tema. La mayoría de los artículos científicos encontrados hablan sobre mujeres, muy raramente hablan de estos problemas en hombres y menos sobre la comunidad LGTBIQ+. Con los trastornos de salud mental, a menudo aparecen afectaciones en la vida sexual de la persona, con un importante impacto en su bienestar y autoestima.

En el caso de los trastornos de conducta alimentaria (TCA), observamos que las personas con TCA suelen tener mayor disfunción sexual (más problemas), menor satisfacción sexual (menor placer) y menor autoestima sexual (menor seguridad en sí mismas).

La insatisfacción corporal de la persona está relacionada con la aparición de problemas en el momento de tener relaciones sexuales de cualquier tipo. La intensidad y el número de síntomas que presenta la persona afectada por un TCA también impactan en la afectación sexual al quedar esta faceta relegada a un espacio secundario ante el resto de preocupaciones que tiene la persona.

Cuando la persona con TCA está en una situación de infrapeso corporal, el propio cuerpo de la persona selecciona funciones básicas que abogan por la supervivencia como la cerebral o la cardiaca y deja en un último plano la función reproductiva. Hay estudios que demuestran que las mujeres con TCA tienen hasta un 80% menos de sexo. Apuntan que la actividad sexual es menor en mujeres con anorexia nerviosa que con bulimia nerviosa. Esto parece que se debe a que éstas últimas tienen mayor actividad sexual, pero con mayor insatisfacción debido a que frecuentemente se sienten utilizadas y con una falta de control sobre los impulsos, incluido en este caso el sexual. Utilizarían el sexo como medio para aumentar la autoestima buscando la aprobación externa.

Lamentablemente muchas disfunciones sexuales se mantienen más allá de la recuperación del TCA, pero, como todo, cada caso es diferente e individual.

¿Por qué están asociados el TCA con problemas en la esfera sexual?

Los síntomas del TCA son un intento de solución para manejar dificultades psicológicas. Es decir, cuando es difícil poner palabras sobre lo que sientes, el cuerpo habla. Y la sexualidad es también un lenguaje corporal. En el sexo también se extiende la baja autoestima que tienen estas personas hacia el cuerpo, al que se le auto agrede, o bien prohibiéndolo de esta actividad o bien utilizándolo como un objeto, dando al cuerpo un uso dañino para la persona que habita en él.

Además, el sexo en personas con TCA conlleva la gran dificultad de establecer cercanía con otros (es decir, para relacionarse) donde se reactivan sentimientos de culpa y vergüenza al sentir que el cuerpo es utilizado como un objeto. El TCA en sí puede llevar al aislamiento, y en gran parte de la actividad sexual se necesita a un otro, por lo que esas dificultades relacionales se ponen de nuevo en juego.

¿Qué síntomas sexuales físicos puede haber?

Entre los síntomas más frecuentes está la amenorrea (ausencia de menstruación durante al menos 3-6 meses o ausencia antes de los 16 años). Ésta se explica porque el cuerpo, con los síntomas alimentarios, está obligado a funcionar bajo mínimos, entonces anula una función no necesaria para la supervivencia: la reproductiva. Ésta es importante por los posibles problemas de concepción y esterilidad en el presente y en el futuro. También es frecuente encontrar disminución o falta de libido, vaginismo, falta de lubricación, anorgasmia, embarazos no deseados, … Estas son las más frecuentes en el sexo femenino. En el sexo masculino podemos encontrarnos también disminución o falta de libido, problemas en la eyaculación o de erección, por ejemplo.

¿Cómo se puede mejorar la esfera sexual en las personas con TCA?

Si el médico psiquiatra encuentra alguno de los síntomas físicos sexuales que hemos dicho en el apartado anterior, tendrá que valorar una derivación a Ginecología o Endocrinología para ampliar el estudio orgánico.

Es muy importante que la psicoterapia incluya una parte de psicoeducación donde se pueda hablar libremente y con un profesional sobre una educación básica sexual, ayudar a la autoexploración, etc. Por supuesto, también debe incluir la parte relacional del ámbito sexual como trabajar la puesta de límites sanos con la pareja, entender el consentimiento mutuo como algo imprescindible, evitar situaciones de riesgo, entre otras.

Respecto al pronóstico, muchas disfunciones sexuales se mantienen más allá de la recuperación del TCA, sobre todo si ha habido un trauma sexual, pero en general la persona puede recuperar una sexualidad funcional y satisfactoria si recibe la ayuda adecuada.

Para acabar, quiero resaltar la importancia de la prevención, en la familia y en el ámbito escolar y académico, tanto de los TCA como la necesidad de enseñar a nuestra población más vulnerable, como son los niños y adolescentes, una sexualidad sana.