Aunque son una herramienta fundamental, los antidepresivos suelen ser más eficaces cuando se combinan con psicoterapia y con hábitos de vida saludables.
Sentirse mejor no significa que la depresión haya desaparecido por completo. Suspender el tratamiento antes de tiempo puede provocar recaídas o síntomas de retirada.
Aunque la psiquiatría es la especialidad más formada en su uso, también los médicos y médicas de atención primaria pueden prescribir antidepresivos, especialmente en casos leves o moderados.
La depresión no tiene que ver con la fuerza de voluntad ni con el carácter. Es un trastorno complejo en el que influyen factores biológicos, psicológicos y sociales.