Patologías asociadas a la depresión
Algunas enfermedades físicas, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la migraña, o las enfermedades que implican dolor crónico, como la artrosis o la fibromialgia, pueden predisponer a la depresión. En muchos casos, tanto el dolor como la limitación en la actividad diaria pueden ser factores que afecten negativamente al ánimo. También algunas enfermedades endocrinas, con las que se pueden ver alterados los niveles hormonales, como la diabetes, las enfermedades del tiroides, el síndrome de Cushing, la enfermedad de Addison, la hiperprolactinemia o la amenorrea, parecen aumentar el riesgo de depresión.
En cuanto a las enfermedades psiquiátricas, los trastornos de ansiedad se consideran como un factor de riesgo para la aparición de depresión, especialmente en el caso de los ataques de pánico. Los trastornos por consumo de sustancias, como el trastorno por consumo de alcohol, también pueden hacer más probable la aparición de una depresión y pueden dificultar su recuperación.