El suicidio en la población de edad avanzada es un fenómeno que a menudo se ignora o se descuida y atrae menos atención que el suicidio en la población más joven. La edad no debe ser un motivo para normalizar el sufrimiento.
Pese a ser un problema frecuente entre las personas mayores, la depresión muchas veces no se diagnostica ni recibe tratamiento ya que algunos síntomas son distintos a los que se manifiestan en otras etapas de la vida.
Se trata de un trastorno infra diagnosticado que, en cualquier caso, no debe ser considerado como un proceso normal en el envejecimiento.
¿Cómo podemos identificar una depresión en una persona mayor? ¿Qué necesidades tiene? ¿Cómo le podemos ayudar?